Una de las mejores soluciones para el día a día cuando sufres de miopía o hipermetropía es, sin duda, llevar lentillas. Te permiten ejercer cualquier actividad o deporte sin las molestias típicas de las gafas, dándote total libertad de movimientos. Sin embargo, no todo al usarlas es bueno. También existen contraindicaciones, problemas y ciertos riesgos si usamos lentillas con mucha frecuencia a lo largo de los años.
Como sabéis, los ojos son una de las partes del cuerpo más sensibles y expuestas a factores externos. Y el mero hecho de colocarnos las lentillas puede posibilitar la entrada al ojo de suciedad y bacterias no deseadas. Además, no olvidemos que la lente de contacto es en sí un elemento extraño que no pertenece a nuestro cuerpo.
Por ello, uno de los principales problemas derivados suelen ser las irritaciones leves. Precisamente por manipularnos los ojos o las lentes sin la higiene o los cuidados adecuados. Éstas pueden derivar en infecciones como la conjuntivitis o enfermedades más serias como la queratitis.
Si usas lentillas, habrás notado que tus ojos se secan con mayor facilidad o que hay momentos donde te molesta o ves borroso y necesitas parpadear en exceso. Esto se debe a que las lentes de contacto, al acoplarse a nuestro ojo, dificultan la oxigenación del mismo. Además son propensas a ensuciarse con facilidad ya que toda la materia suspendida en el ambiente (partículas, polvo, humo, etc..) se queda pegada a ellas y hasta que no las aclaramos con la solución salina, es probable que toda esta suciedad se mantenga ahí, pegada a nuestro párpado.
Acumulando suciedad y posibles irritaciones a lo largo de muchos años de uso continuado de lentillas es probable acabar con rasgaduras en el globo ocular o infecciones algo más graves. Es por eso que nuestra mejor recomendación si tu vista ya se ha estabilizado y llevas muchos años con lentillas, es que te plantees una operación de cirugía refractiva para eliminar los riesgos de este tipo.
Además, en nuestras clínicas ofrecemos revisiones previas para poder detectar y tratar cualquier problema que ya te haya podido derivar el uso de lentes de contacto antes de la operación.