La institución oftalmológica, que prolonga desde 2018 su acuerdo con la RFEN, promociona y da visibilidad a este deporte, que no ha dejado de dar medallas olímpicas (10) a España desde el ejercicio 2008, en los JJOO de Pekín.
Aguanta la respiración y zambúllete entre las aguas de una realidad muy bonita. Existe una verdad tan grande como las dimensiones de una piscina olímpica: Mireia Belmonte se ha ganado la admiración del mundo entero. La de Badalona, quien recientemente ha fichado por el CN Barcelona, es la nadadora española con más medallas olímpicas (4). Londres (2012) y Río de Janeiro (2016) tienen la culpa. Mireia está bañada de oro, plata y bronce.
La sirena de Badalona ha ‘resucitado’. Está de vuelta. Belmonte, con su nuevo club, disputó la Copa Catalunya, obteniendo la cuarta plaza en los 100 metros estilos. Tras un año de ausencias acuáticas, aquejada por molestias en los hombros, Mireia reapareció. Actualmente, en las aguas de la natación española manda ella, pero es que en esa disciplina (natación, waterpolo y natación sincronizada), España no ha dejado de recoger medallas desde los JJOO de Pekín, en 2008. Por lo tanto, ya van cuatro Olimpiadas seguidas en las que la natación española recoge metales y apuntala su medallero. Son 10 las medallas recogidas desde entonces.
Directamente, el Instituto Oftalmológico Tres Torres (IOTT) forma parte de ese dulce porvenir entre la natación española y las Olimpiadas, que están condenadas a entenderse. En 2018, IOTT firmó un convenio con la Federación Española de Natación (RFEN), cuyo acuerdo establece que la clínica se compromete a llevar a cabo, de forma gratuita, un estudio oftalmológico completo (se incorpora a este el dictamen médico) a los deportistas de la citada federación (natación, waterpolo, natación artística, saltos, aguas abiertas y máster). Asimismo, el acuerdo dicta que los técnicos, el staff, los miembros federativos y los familiares de primer grado del órgano regulador de la natación española también se podrán beneficiar de esa colaboración.
Paralelamente, IOTT amplia esa estrategia vinculante a la RFEN, puesto que les aplica a sus integrantes, desde 2018, una tarifa plana en cirugías comunes, incluyendo el pre y el postoperatorio.
Mejorar el rendimiento en el agua
Como siempre hay que arrimarse a un buen árbol, IOTT es conocedor del esperanzador rendimiento de la natación española a nivel mundial y, por ese motivo, centra esfuerzos en darle respaldo a la RFEN, para depositar así su granito de arena a la causa, para que los deportistas españoles sigan ‘volando’ bajo el agua.
La institución oftalmológica ha pactado, con la RFEN, ese acuerdo 10 años más tarde de lo sucedido en Pekín 2008, punto álgido de la natación española, que desde entonces no se baja del podio olímpico: dos platas en natación sincronizada (2008, en Pekín); cuatro platas (dos en natación, una en sincronizada y otra en waterpolo) y un bronce (sincronizada) en 2012, en Londres; un oro (natación) y un bronce (natación) en 2016, en Río de Janeiro y una última plata (waterpolo) durante los últimos JJOO en Tokio’20.
En las aguas de los escenarios deportivos de renombre, la técnica, la táctica y la agudeza mental han de encontrar el apoyo de una visión privilegiada: ¿quién hay a mi lado?, ¿dónde está mi rival? IOTT puede intervenir con cirugías sobre defectos refractivos, miopía, hipermetropía, astigmatismo o presbicia, y optimizar el rendimiento visual de esos protagonistas en el agua.
Si ir más lejos, Paula Ramírez, medallista en las Campeonatos Mundiales de natación (2023), ha sido intervenida de la vista. Ahora, la representante de un renovado equipo de natación sincronizada manifiesta estar «más concentrada en el agua» tras ponerse en manos de la cirugía oftalmológica.
¿Por qué es fundamental que la visión de los nadadores brille con luz propia debajo del agua? Visto lo visto hasta ahora, estos podrían ser algunos de los motivos (y son de peso olímpico):
- En la disciplina de la natación, la vista es fundamental para nadar con precisión, calcular las salidas, las llegadas y los virajes.
- En waterpolo se juega de manera rápida y dinámica. Es por eso que la waterpolista ha de ser ágil, visualmente hablando, para tomar decisiones acertadas. Ha de visualizar y anticiparse en ciertas acciones del juego.
- Pensar, ver y ejecutar. Una óptima visión beneficia a la deportista de natación sincronizada, quien ha de sincronizar sus movimientos y cohesionarlos coralmente con el grupo.
Y las féminas, haciendo un auténtico pleno, dan un paso al frente en el idilio que ha asumido la natación con las olimpiadas, porque de las 10 medallas capturadas desde 2008, 10 han sido logradas por mujeres. Por cierto, el 40% de esos logros son obra de Mireia.
La renovación acuática va cogiendo forma. Apunten este nombre, África Zamorano, ya que la espaldista barcelonesa es la gran esperanza de la natación española. Con los JJOO de París 2024 a la vuelta de la esquina, España, IOTT y la RFEN se frotan las manos: la natación española va dispuesta a sumar podios y metales por quinta vez consecutiva. Al agua, pato.
