Llevamos dos décadas dedicadas a mejorar la visión de las personas. Y en estos años, por nuestras consultas han pasado infinidad de pacientes, realizando miles de operaciones de miopía, hipermetropía o astigmatismo. Son los que mejor pueden hablaros de las maravillas, de las operaciones de cirugía refractiva y cómo cambia su vida, poder decir adiós a las gafas y disfrutar de una visión nítida por fin, sin necesidad tampoco de lentillas y con la libertad que eso conlleva.
No solo han sido famosos, como Mónica Pont o Lydia Lozano. Nuestras intervenciones están al alcance de cualquier bolsillo y gracias a nuestra tecnología, siempre a la vanguardia para asegurar rapidez, fiabilidad y precisión, contamos con uno de los mejores resultados del sector oftalmológico.
Por ello, hoy os traemos alguno de los testimonios de pacientes a los que hemos cambiado la vida gracias a nuestra tecnología, nuestra atención y sobre todo, nuestros doctores. Porque precisamente esta es nuestra mejor motivación para seguir mejorando cada vez más.
El caso de Mari Ángeles Iglesias es el típico de una operación de vista cansada. Desde los 40 padecía presbicia y siempre dependía de gafas para cualquier actividad. «Son infinidad de cosas que te limitan día a día». Es por eso que decidió operarse con nosotros: «cuando supe que IOTT ofrecía fiabilidad y que las operaciones eran definitivas, no me lo pensé» nos confiesa. A día de hoy, Mari Ángeles disfruta de una mejor calidad de vida y no tiene ninguna dependencia visual. «Estoy muy contenta por la decisión que tomé. Los resultados son inmediatos», afirma.
Pero las operaciones no son solo cosa de personas mayores. Muchos jóvenes acuden a diario a nuestras clínicas para hacerse revisiones y acaban dándose cuenta de lo beneficioso que sería vivir una vida sin gafas o lentillas. Sobre todo, por lo habitual que es el deporte a esas edades. Además, las nuevas generaciones están más concienciadas de los avances tecnológicos y entienden la seguridad que, cada vez más, da contar con lo último en máquinas para este tipo de intervenciones.
Este fue el caso de Jonathan Morales. Él, ni siquiera se planteó usar gafas o lentillas. Cuando empezó a notar que su visión empeoraba, acudió a nuestras clínicas y barajó las diferentes opciones que tenía para poder afrontar con normalidad su día a día. Tras una serie de revisiones periódicas, cuando le empezó a resultar incómodo no distinguir rostros, letreros y empeoró su visión nocturna, decidió operarse con nosotros. «Fue todo muy rápido», opina. «Con una intervención que no duró ni 5 minutos recuperé la total capacidad de mis ojos«. Además, se alegra de que después no ha tenido «ninguna molestia». En definitiva, Jonathan está «contento con el resultado. Cumplió todas mis expectativas».
Gustavo González nos deja su opinión en una visita rutinaria a nuestra clínica después de ponerse en manos de nuestros oftalmólogos para su operación de presbicia (vista cansada):
«Pues la verdad es que hace una semana que me operaron el ojo derecho y seis días que me operaron el izquierdo y estoy más que contento, es increíble, la operación es milagrosa. El mismo día ya ves, lo único que tienes que acomodar un poco la vista nocturna, porque los halos que hay alrededor de las luces, pero bueno. El cerebro se tiene que acomodar a la nueva lente, a este cristalino nuevo que es una maravilla porque veo como hace 30 años, leo de cerca, la vista de lejos es perfecta, la operación no es nada traumática, no es molesta… ¡Estoy alucinando con todo, así que ojo, y operaos!»
Y eso, es precisamente lo que nos alegra y lo que buscamos. Cumplir (e incluso superar) vuestras expectativas con nosotros. Así que, si todavía dudas, ¿por qué no te pasas a «echar un vistazo» a nuestra clínica y nuestra última tecnología? Te garantizamos que no te arrepentirás 😉