Libros, pizarras y formulas, ¿borrosas? El inicio del curso pone a prueba los ojos. Antes de que los días vayan pasando, valora una posible graduación. La miopía o la fatiga visual evidencian problemas oculares en las aulas.
El mes de septiembre, que se ha puesto en modo académico, da sus últimos coletazos. La vuelta al cole ha marcado el inicio del curso escolar. Suena el timbre, el ajetreo en el pasillo da vida a los institutos, los recreos vuelven a respirar alegría y los bocadillos de pan con chocolate duran poco entre las manos de aquellos y aquellas que devoran bocatas y… libros.
Y en este clima plenamente lectivo, entre el verano y el otoño, se abren de par en par los libros de las asignaturas correspondientes al nuevo curso 2023. Además de las aperturas de los colegios y las escuelas, el nuevo curso académico 2023-24 da el pistoletazo de salida a las clases de repaso, las de refuerzo y el inicio de nuevas aventuras en las academias.
Mmm… Olor a libros nuevos, ¿a qué es delicioso? Dulce sabor, ¿a qué sí? Bien, el olfato ha sido activado, pero, ¿y la vista? En clase, hay que mantenerse despierto y desprender una agudeza visual a la altura de los linces.
Antes de que el calendario escolar se haya asentado completamente en tu pupitre, toma cartas en el asunto y no dejes que las hojas del citado calendario vayan pasando en vano. La tónica habitual de cualquier estudiante es que las Navidades, la Semana Santa y el verano se le echen rápidamente encima, en un abrir y cerrar de ojos.
Pizarra, querida amiga. Otra vez juntos. La ‘canción’ de siempre – aquello del sujeto, verbo y predicado – vuelve a ceñirse en la citada plataforma, forjada a base de tiza. Fórmulas, conceptos, métodos y comienzos entrañables… “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme […]”. Si en la lectura del Quijote ves distorsionado su célebre inicio, mala señal. No son gigantes, sino molinos. A nivel visual, puedes estar padeciendo lo siguiente:
- Miopía. La visión de cerca se vuelve borrosa. Es un problema muy común en el sector infantil. Empeora a medida que aumenta la lectura y el consumo de los dispositivos electrónicos, como los móviles y las tabletas.
- Astigmatismo. Causa visión borrosa y dificulta la actividad en el aula. Puede llegarse a distorsionar lo percibido.
- Problemas de enfoque. Se modifica el enfoque y se ve afectada la transición pizarra-pupitre. No se enfoca con claridad y hay problemas a la hora de apreciar bien presentaciones, textos en la pizarra o lo reproducido en proyectores.
Además, el transcurso de los días, las semanas, los meses y el paso del tiempo en los institutos y los colegios podrían agravar otros problemas de vista:
- Fatiga visual. Los ojos agotan rápidamente su energía. Se cansan en exceso. Entonces, en las aulas pueden ocasionarse dolores de cabeza y sufrir así un bajón en el rendimiento escolar.
- En estrecha relación con esas deficiencias oculares, otros problemas como hipermetropía, estrabismo u ojo vago pueden acarrear problemas oftalmológicos en las aulas, donde los resultados podrían verse afectados de forma negativa.
No está de más que antes de que se consolide el curso académico 2023-24, tomes las medias pertinentes y te sometas a los exámenes visuales correspondientes. Gradúate la vista, si es necesario. Cuida tu visión y apuesta por una detección temprana. Tus ojos y tu cabeza te lo agradecerán, ¡seguro!
Pide hora y cita para tu revisión periódica de la vista. ¿Sabes qué puedes hacerlo en IOTT?
El rendimiento y el comportamiento del alumnado, en juego
El 95% de los españoles considera que el de la vista es el sentido más poderoso y el 77%, en España, confirma que la pérdida de visión le influiría negativamente.
Padecer problemas de visión influye sobre el rendimiento escolar. Está comprobado. Según el informe de Visión y Vida, «tres de cada cuatro menores con malos resultados académicos sufren problemas de visión no resueltos». Así, una detección precoz sobre irregularidades visuales podría frenar parte del fracaso escolar. Es importe acudir, año tras año, a la citada revisión.
En plena edad escolar, la vista puede jugarle malas pasadas a la estudiante que sufre complicaciones oftalmológicas. En edades tempranas, la concentración en las aulas y el desarrollo emocional en el colegio están en juego, viéndose afectadas por problemas de vista, que podrían llevar a este colectivo afectado hasta el rincón del aislamiento y los comportamientos no deseados. Es decir, no ver bien influye negativamente en la vida estudiantil.
Estas son algunas de las emociones adversas que podría percibir el estudiante o la estudiante que complicaciones en la vista:
- Frustración y estrés. No leer bien puede generar frustración y estrés, ¿qué me está ocurriendo?
- Autoestima baja. El hecho de no comprender qué está sucediendo podría minar la autoestima del alumno, que compara su malestar con el bienestar de los otros.
- Fatiga. Cansa. La situación visual agota, tanto a nivel físico como emocional.
- Dificultad en el proceso de aprendizaje. La lectura, la escritura y la comprensión quedan en jaque.
- Ausencia de motivación. Todo lo descrito anteriormente podría acarrear ausencia de motivación en los estudios.
